Un estudio publicado en Nature revela que el cerebro utiliza fases específicas del sueño para consolidar recuerdos recientes y suprimir información irrelevante, evitando el “olvido catastrófico”. Investigaciones en ratones demostraron que la actividad neuronal durante ciertas etapas del sueño profundo es crucial para la memoria. Este hallazgo, que podría aplicarse a humanos, abre nuevas perspectivas para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, al entender cómo el cerebro gestiona y recupera recuerdos almacenados.